Pedaleando en solitario, 12.000km de vida!

Un reto físico y mental

He vivido otras aventuras en bicicleta, siempre en modo autosuficiencia, con lo justo y necesario. Dormiré en el exterior, quizá bajo las auroras boreales, dejando que el camino me muestre su crudeza y su belleza. La autosuficiencia es más que una forma de viajar: es una forma de estar en el mundo.

En el fondo, este tipo de viaje solitario se parece mucho a la experiencia de quienes enfrentan un diagnóstico de cáncer. La sensación de soledad, la incertidumbre, el cansancio, el miedo… pero también la voluntad inquebrantable de seguir adelante, de resistir, de no rendirse.

¿Por qué lo hago?

Porque quiero aportar mi grano de arena. Porque creo en la fuerza de la comunidad, en el poder del deporte como altavoz, y en la importancia de apoyar a quienes luchan cada día contra el cáncer.

Este reto no va solo de kilómetros. Va de empatía, compromiso y esperanza. Cada donación irá destinada a la AECC, ayudando a financiar la investigación, la prevención y el acompañamiento de pacientes y familias.

También puedes acompañarme en este viaje siguiéndolo en redes, compartiéndolo, dándole voz. Porque cada gesto suma. Y porque esta ruta no se mide solo en kilómetros, sino en compromiso.